Es práctica común en la actualidad la tercerización de recursos humanos.
En general, se decide por la tercerización de servicios que no están relacionados con el foco principal de la empresa, es decir, que no se relacionan con la finalidad principal. En la práctica, hacemos eso diariamente en nuestras actividades cotidianas, al contratar los servicios de un pintor o de un jardinero. Para recurrir a la tercerización, es necesario identificar si vale la pena tener un profesional del sector disponible en tiempo integral, principalmente en lo que respecta al volumen del trabajo y a los costos de sus honorarios. Además de esos casos, la tercerización se justifica cuando la empresa necesita de un servicio puntual.

Además, existen distintos grados de tercerización de la gestión de recursos humanos. Esto brinda flexibilidad para elegir un nivel de cobertura ideal que refleje las necesidades de la empresa.

Por ejemplo, la tercerización puede ser:

Total: se pone en manos de una empresa externa todas las funciones del área de recursos humanos, definiendo los lineamientos y prioridades en forma conjunta con los directores de la empresa. Sin embargo, a lo largo del tiempo, liberar recursos para las áreas estratégicas del negocio puede generar mayor eficiencia y rentabilidad en la operativa.

Parcial: se delegan en una empresa externa algunas funciones que la compañía no puede cubrir o decide no atender por motivos estratégicos. Por ejemplo, la selección de personal o la capacitación en determinados temas.

Ventajas

  • Reducción general de costos (de los valores de mantenimiento y conservación).
  • Profesionalización de los procesos
  • Estructura administrativa simplificada, sin cargos de salarios o impuestos.
  • Posibilidad de rescisión de contrato conforme a contrato.
  • Control de la actividad tercerizada por cuenta de la propia empresa contratada.

Para lograr beneficios concretos, se deben desarrollar conjuntamente una estrategia de recursos humanos que se concentre en acciones específicas orientadas a la misión y cultura empresarial. Asimismo, es recomendable diseñar conjuntamente procesos de desarrollo de talento de forma sistémica y medible.

Gestionar el talento humano con el apoyo de un tercero experto puede significar el acceso a las mejores prácticas de mercado, mayores posibilidades de acertar en la contratación, economías de escala y celeridad en la consecución de los objetivos del negocio. Lo importante es contar con procesos alineados y bien definidos que tengan como finalidad la satisfacción del usuario final.

Fuente: https://revistaempresarial.com/gestion-humana/nomina/ventajas-y-desventajas-de-tercerizar-la-gestion-del-rrhh/