La sinergia entre los RRHH y las finanzas, y cómo esta colaboración estratégica puede tener un impacto significativo en el rendimiento financiero y en el desarrollo del capital humano de una organización son fundamentales para:

Optimizar costos laborales:

El área de Personas desempeña un papel fundamental en la gestión de los costos laborales de una empresa. Desde la contratación hasta la compensación y los beneficios, los profesionales de RRHH trabajan en estrecha colaboración con los equipos financieros para desarrollar estrategias que equilibren las necesidades de los empleados con los objetivos financieros de la organización. Al alinear los costos laborales con las metas financieras, se puede lograr una asignación eficiente de los recursos, maximizando así el rendimiento financiero.

 

Retener y desarrollar talentos:

El talento humano es uno de los activos más valiosos de una organización, y su retención y desarrollo adecuados son fundamentales para su crecimiento y éxito a largo plazo. Aquí es donde entran en juego tanto las personas como las finanzas. Los profesionales de Talento Humano son responsables de identificar, atraer y retener a los mejores colaboradores, mientras que los equipos financieros desempeñan un papel clave en la asignación de recursos para programas de desarrollo y capacitación. Al invertir en el crecimiento y el desarrollo de los empleados, se fomenta la productividad y se reducen los costos asociados con la rotación de personal, lo que a su vez puede mejorar la rentabilidad financiera.

 

Analizar y definir métricas:

Tanto el área de personas como el de finanzas se basan en datos y métricas para tomar decisiones. La colaboración entre estos dos departamentos permite un análisis más completo y preciso de los indicadores clave de rendimiento (KPI) relacionados con el capital humano y las finanzas. Por ejemplo, los equipos de RRHH pueden proporcionar datos sobre la productividad, la rotación de personal y la eficiencia de la fuerza laboral, mientras que los equipos financieros pueden evaluar la rentabilidad, el retorno de inversión (ROI) y otros aspectos financieros. Al combinar estos datos, se pueden identificar áreas de mejora y desarrollar estrategias para aumentar la eficiencia operativa y financiera.

 


Marcos Laguardia | Socio Gerente de Capital Humano